1. Configurar. Con todos sentados en sus sillas, apague las luces, ponga música tranquila y tranquilizadora y hable con voz suave y tranquila.
2. Respiración del vientre: manos en el vientre. Pídale a su hijo que inhale profundamente por la nariz y que exhale lentamente por la boca, haciendo un sonido "shhhh". Puede pedir a los participantes que cierren los ojos si lo desea. (A veces, podemos entrenar a los jóvenes y a nosotros mismos para que “huelan la flor, apaguen la vela”). Haga esto 5 veces.
3. “Abrazo propio”. Los niños pueden apretar sus propios brazos y hombros, o darse un abrazo.
4. Transición hacia afuera suavemente. Puedes terminar las cosas en este punto; cada vez que finalice los ejercicios Chill-Out, recuerde realizar una transición suave. Cuando los niños están relajados y tranquilos, puede ser molesto encender las luces de repente y volver a usar voces más altas. ¡Ponte cómodo!
1. Haz primero la actividad Chill-Out básica. Realice siempre las actividades de "Respiración en calma, cuerpo en calma" antes de comenzar las actividades de la silla.
2. Configurar. El niño se sienta en una silla y puede descansar la cabeza sobre la mesa si lo desea. Asegúrese de que haya espacio para pararse detrás de la silla.
Para un niño que tiene problemas para sentarse quieto para hacer el trabajo de escritorio, intente colocar una bolsa grande de arroz/frijoles/equivalente en su regazo. Este es su "compañero de regazo" y ayuda a calmarlos y concentrarse (no más de 5 a 20 libras, según el tamaño del niño). Debe sentirse bien y reconfortante, no demasiado pesado.
3. Presiona sobre los hombros. Pregunte en voz baja "¿Puedo tocar tus hombros?" – si el niño está de acuerdo, párese detrás de su silla, coloque sus manos sobre sus hombros y aplique una presión suave.
4. Aprieta los hombros, la espalda y los brazos. Si usted y su hijo se sienten cómodos, puede apretar suavemente los hombros, la espalda y cada brazo.
5. Transición hacia afuera suavemente. Recuerde hacer la transición suavemente. Cuando los niños están relajados y tranquilos, puede ser molesto encender las luces de repente y volver a usar voces más altas. ¡Ponte cómodo!
Si su hijo tiene una actitud defensiva táctil: si un niño se siente incómodo cuando lo mueven o lo tocan, vea si le permiten colocar sus manos sobre sus hombros, cabeza o manos. Aplique una presión suave sin apretar ni mover.